Resibe la información de esta pagina en tu correo electrónico Registrate

Ingresa tu correo electrónico y recibe a Diario  todo nuestro contenido  "Recuerda, que debes darte de  alta desde tu correo electrónico"

Comunidad Mundial Totus Tuus

Te gusto esta pagina

Google

Eventos He invitaciones

*

*

*

Tu evento tambien  puede estar aqui contactanos en nuestro correo  
comunidadmumndialtotutuus@gmail.com

Like

sábado

¿POR QUÉ A MI?

«Uno tenla una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador:
“Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?
Pero el viñador contestó:
“Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas.” »
Para Dios no somos terreno baldío. Para cada uno tiene un destino y es un destino de gloria. Sólo nos queda a nosotros acogerlo y vivirlo. “A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo.” Y esa gracia es más que suficiente para vivir nuestra vida, con todas sus dificultades y problemas, pero sin perder la paz, la alegría y la fe. Y especialmente Dios se vuelca cuando encontramos dificultades o nos sentimos (y somos), especialmente pobres y necesitados. Esa es una de las maravillas de Dios. A pesar de nuestros pecados, de nuestra falta de correspondencia y de nuestros olvidos de Dios y confianza en nosotros mismos, a pesar de todo eso, Dios no deja de cuidarnos. Si miramos nuestra vida encontraremos un montonazo de caricias de Dios. Eso que en ese momento no entendíamos es medicina que cura nuestra vida y nos centra en lo que realmente importa y perdura.
Tenemos que aprender a dejarnos cuidar por Dios. La soberbia nos lo impide muchas veces y pensamos en hacer cosas por Dios, como si Él no pudiera hacer lo que quiera, y no dejamos que Dios haga por nosotros. Por eso no te importe si el Señor te echa de vez en cuando un poco de estiércol y te sientes humillado, o te poda esa prepotencia que te hace hablar demasiado de ti…, y entonces empezarás a dar fruto.
Este sábado ponemos todo en manos de la Virgen. A Prado que ha tenido un aneurisma y a Victor su marido, a Carmen que sigue luchando con su corazoncito de apenas unas semanas de vida, a Juan que ha venido a verme desde Cádiz y también tendrá sus inquietudes, a cada uno de vosotros para que nos dejemos cuidar por Dios. Por cierto, en España esta noche dormimos una hora más.
Leer más
«Uno tenla una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador:
“Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?
Pero el viñador contestó:
“Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas.” »
Para Dios no somos terreno baldío. Para cada uno tiene un destino y es un destino de gloria. Sólo nos queda a nosotros acogerlo y vivirlo. “A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo.” Y esa gracia es más que suficiente para vivir nuestra vida, con todas sus dificultades y problemas, pero sin perder la paz, la alegría y la fe. Y especialmente Dios se vuelca cuando encontramos dificultades o nos sentimos (y somos), especialmente pobres y necesitados. Esa es una de las maravillas de Dios. A pesar de nuestros pecados, de nuestra falta de correspondencia y de nuestros olvidos de Dios y confianza en nosotros mismos, a pesar de todo eso, Dios no deja de cuidarnos. Si miramos nuestra vida encontraremos un montonazo de caricias de Dios. Eso que en ese momento no entendíamos es medicina que cura nuestra vida y nos centra en lo que realmente importa y perdura.
Tenemos que aprender a dejarnos cuidar por Dios. La soberbia nos lo impide muchas veces y pensamos en hacer cosas por Dios, como si Él no pudiera hacer lo que quiera, y no dejamos que Dios haga por nosotros. Por eso no te importe si el Señor te echa de vez en cuando un poco de estiércol y te sientes humillado, o te poda esa prepotencia que te hace hablar demasiado de ti…, y entonces empezarás a dar fruto.
Este sábado ponemos todo en manos de la Virgen. A Prado que ha tenido un aneurisma y a Victor su marido, a Carmen que sigue luchando con su corazoncito de apenas unas semanas de vida, a Juan que ha venido a verme desde Cádiz y también tendrá sus inquietudes, a cada uno de vosotros para que nos dejemos cuidar por Dios. Por cierto, en España esta noche dormimos una hora más.

Comparte esta entrada

votar

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola Hermano de Comunidad Mundial Recuerda que DIOS te ama a qui puedes dejarnos tu comentario Gracias.